En la conferencia matutina del Presidente del 21 de abril, el Secretario de Educación Esteban Moctezuma Barragán anunció las medidas que se tomarán para salvar el ciclo escolar, en colaboración con Google y YouTube. A través de la plataforma “G suit” o “Google Classroom” de Google for Education, los maestros podrán mantener el contacto con sus alumnos y evaluarlos a distancia durante la contingencia sanitaria.
Sin embargo, estas medidas son, como lo dijo textualmente Jimena García, líder de Google for Education en México, “para aquellos que cuentan con acceso a internet”. Los que no cuenten con este recurso (casi la mitad de la población mexicana), tendrán que utilizar las otras herramientas como programas de televisión educativos, radio educativa para comunidades indígenas y cuadernillos de trabajo para las zonas marginadas. Estos medios no son de la misma calidad que los electrónicos, por lo que la desigualdad en el acceso a la educación en México será aún más evidente.
Desigualdad tanto para alumnos como para maestros
Respecto a la manera en que estas medidas se van aplicar por los docentes hay un verdadero caos. Las plataformas aún no están habilitadas con los contenidos de cada grado y, como siempre, no hay comunicación clara de las autoridades educativas con los docentes de base, que están sumidos en la incertidumbre al no saber cómo van a evaluar a su grupo. Sumado a lo anterior, mientras hay alumnos que cuentan con internet, una computadora o medio electrónico para acceder a las plataformas, hay muchos que no cuentan con todo eso; así que los docentes no pueden trabajar de una forma homogénea ni con los alumnos dentro de un solo grupo escolar.
Otro elemento a considerar es que hay maestros que no utilizan las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC`s), por lo que el equipo de Google está realizando conferencias informativas para el uso de la plataforma. Sin embargo, al querer aplicar esta estrategia a los profesores, no se toma en cuenta que ellos enfrentan las mismas desigualdades que los estudiantes, por lo que se limita la labor docente. En caso de que los maestros se nieguen a trabajar con las plataformas, se les indica que deben pedir una licencia sin goce de sueldo y que serán suplidos por otros que sí lo hagan, ya que hay miles de ellos en condiciones precarias, que aceptarán el trabajo porque no tienen plaza y trabajan tan pocas horas que no les alcanza el sueldo.
Muchos de los padres pertenecen a la clase trabajadora, que además de encontrarse en una situación delicada, tienen que arriesgar su salud para ir a trabajar o buscar empleo porque fueron despedidos y no tienen para pagar los gastos esenciales. Además, muchos de ellos deben preocuparse por los gastos escolares como impresiones de cuadernillos, copias, materiales o colegiaturas, que muchas escuelas privadas siguen cobrando. La emergencia sanitaria y la “Nueva Escuela Mexicana en línea” no hacen más que resaltar las deficiencias del sistema de educación pública y las desigualdades que viven los trabajadores de la educación y los escolares de la clase trabajadora.