Debemos aprender de esta crisis

Abr 13, 2020 | Opinión

La situación actual supone que debemos reflexionar sobre el presente y el futuro inmediato. Las consecuencias que ha dejado la actual pandemia han puesto de manifiesto la realidad del capitalismo en el que vivimos, mucho analistas que parten de una visión científica sin concesiones han sacado la conclusión de que se ha demostrado los limites históricos de un sistema social basado en la explotación y en la apropiación privada de las colosales riquezas creadas por el trabajo.

Si echamos una mirada a nuestro entorno inmediato, queda claro quiénes son los que han recibido y comienzan a recibir los impactos de la crisis económica que la pandemia ha acelerado:

Una inmensa cantidad de personas excluidas del trabajo y la seguridad social que viven al día, una gran cantidad de trabajadores en pésimas condiciones laborales, a los que se despide sin indemnización, se les envía a casa forzosamente y sin salario, y en muchas ocasiones no por la pandemia, sino por razones que año tras año repiten dichas prácticas, como es el caso de los “paros técnicos” en la industria automotriz. Vemos también las empresas que sin ser parte de las actividades definidas como esenciales, buscan las maneras de evadir las tibias recomendaciones de un gobierno que pese a su retórica, y a los desencuentros parciales entre los diferentes grupos monopólicos, en realidad trabaja para el beneficio de los grandes capitales en su conjunto.

El sistema de salud fue desmantelado

Los sistemas de salud, así como otras instituciones sociales como los sistemas de educación, han sido desmantelados durante años intensamente desde la llamada reestructuración capitalista de los años 90 del siglo pasado. Esto, representa en realidad el fundamento de la catástrofe que vemos, particularmente ahí donde la privatización de la salud ha avanzado más, el caso de los EU, es típico.

Actualmente debido a la situación actual, empezamos a escuchar llamados a volver a las políticas basadas en el economista Keynes, a quién se le atribuye el modelo económico “del pleno empleo” de la posguerra. Sin embargo, los hechos históricos muestran que las políticas económicas basadas en sus postulados, en realidad no fueron otra cosa que el apuntalamiento del sistema capitalista. Los sistemas de salud creados, por ejemplo en nuestro país, fueron no sólo el resultado de seguir los postulados de Keynes, sino producto de la lucha de clases a nivel nacional e internacional, la emulación que el sistema socialista ejercía en el marco de la lucha de los dos sistemas sociales. Con todo, la salud pública nunca fue universal.

De acuerdo con el científico Sergio Lazcano, es de esperarse en el futuro, la aparición de enfermedades nuevas, producto de la natural evolución de los seres vivos y paravivos, comprendiéndose en esta evolución, los cambios adquiridos por las bacterias resistentes a los antibióticos actuales, por tal razón reflexionar sobre el estado actual y futuro de los sistemas de salud pública es un tema palpitante. Pero no puede limitarse a pensar que sólo mediante inversiones más grandes, y la reestructuración de esos sistemas de salud, se podrá hacer frente a las previsibles epidemias y pandemias por venir, por cuanto las instituciones sociales no flotan sobre el aire, sino que están insertas en un sistema social concreto histórico.

Mientras ese sistema sea el que todo lo creado es una mercancía, la salud estará bajo el acecho de convertirse en tal cosa, y también hay que considerar las diferentes y desiguales condiciones en las que viven millones de personas, en la pobreza por un sistema rapaz que busca a toda costa reducir el valor de la fuerza de trabajo, con sueldos miserables, sin prestaciones sociales, una inmensa cantidad de personas que son arrojadas al ejército de desempleados, oleadas de excluidos que buscan y buscarán siempre la manera de sobrevivir en un mundo donde florece el racismo, el odio y la brutalidad, por cuanto que los seres humanos son simplemente instrumentos capaces de crear la riqueza de la que unos pocos se adueñan.

El imperialismo es el enemigo número 1 de la humanidad

Hay que ver el caso del país que se presenta a sí mismo como el líder mundial, que reparte “libertad y democracia”, se preocupa por los inocentes y los subyugados según su peculiar rasero: EU. No hay nada más claro ahora como la frase acuñada por Ernesto Guevara: El imperialismo de EU es el enemigo número 1 de la humanidad, salvo que podemos eliminar el nombre de aquel país, y la frase quizá sea más certera y acuciante.

Hay que ver como en estos momentos en los que el mundo se encuentra inmerso en la pandemia del siglo, los países capitalistas no cejan en su lucha por obtener las mayores ganancias, y perder nada en la crisis que ya aparece ante nuestros ojos: EU, Francia, y otros países ejerciendo la piratería con los insumos de salud vendidos a países  como España e Italia, como ese gobierno de EU privilegia el negocio frente a la vida de sus ciudadanos, imponiendo sanciones, reforzando el bloqueo y planeando asesinatos y golpes de estado e invasiones, mientras en su país la gente pobre principalmente, muere día con día.

En nuestro país ha sido evidente desde hace muchos años, la precariedad de los sistemas de salud que como hemos dicho, no son universales, y que el llamado Seguro popular y el INSABI, en realidad no se dirigían a la universalización de la salud planteada por Peña Nieto y López Obrador, sino los pilotos de un modelo de salud privada.

Una gran cantidad de personas se queja y se quejaba de la falta de medicinas y de disponibilidad de atención especializada y de lugares para recibir operaciones quirúrgicas y tratamientos diversos, cosa de la que pueden tener acceso tan solo las personas que cuentan con el servicio de seguridad social.

Un grueso de la población que no cuenta con dichos servicios, tanto por ser excluidos, de los que llaman informales, y muchos otros a los que siendo empleados no se les otorga el seguro social por medio de trampas y simulaciones de los grandes empresarios y gobiernos, ven ante la enfermedad y los accidentes la opción de morir por no tener los ingresos suficientes para costearlos gastos médicos o endeudarse. Mucha gente recurre a la ayuda comunitaria, haciendo fiestas, rifas y otros eventos para acceder al dinero necesario para sus gastos médicos.

Todo esto es parte de la cotidianidad de muchos trabajadores que luchan por sobrevivir con los sueldos miserables y con el trabajo del día a día.

Organizarse y luchar

Esto es inaceptable, no es digno de seres humanos. La vida nos plantea la necesidad urgente de luchar contra esta realidad que no nos depara un futuro ante la crisis que se considera, quizá más grave que la vivida en 1929 del siglo pasado.

Ante nosotros surge la necesidad urgente de luchar contra esta realidad, por cuanto próximamente veremos redoblar las exigencias de sacrificio de los trabajadores por parte de los grandes monopolios y su gobierno, que seguramente utilizarán los efectos de la pandemia que, como vemos afecta y afectará doblemente a los trabajadores, para realizar un sutil y descarado chantaje según les convenga. Pedirán la unidad para juntos luchar contra la crisis, la unidad del que tiene casas enormes en el país y en el extranjero con los que viven y vivimos amontonados en casas que ni siquiera son nuestras, unidad de los que viajan en autos lujosos diferentes cada día y en aviones privados, con los que subimos a diario al camión en el que apenas cabemos, unidad de los que dicen que crean y protegen el empleo, pero ya te mandaron a casa sin salario o ya te despidieron, unidad de los que ya comieron sanamente con los que no saben si comerán mañana porque ya mandaron a la policía a quitarle su puesto para mandarlos a casa o están desempleados.

Ya hoy mismo, diferentes sectores de trabajadores se organizan y luchan contra la barbaridad de los patrones (incluidos los de la salud, que desde hace mucho tiene que comprar con su dinero, insumos que deberían ser proporcionados por los hospitales que cuentan cada vez con menos presupuesto) y de los gobiernos que prometen ayuda, , pero sólo para aparecer en los medios como salvadores con miras en las elecciones futuras.

Organízate en tu trabajo con tus compañeros, con tus vecinos, se avecina una crisis larga, y habrá que luchar, no sólo por las necesidades del día, contra los especuladores que suben precios, contra los patrones que exigirán sacrificios, contra la represión de los gobiernos federal y locales, sino por un futuro en el que todo lo creado por el trabajo y la inteligencia humana sea puesta al servicio de la vida, y no al de los intereses privados de unos cuantos, donde seamos los trabajadores de todas las ramas de la producción social los que dirijan el destino de este país; El socialismo comunismo es el futuro que necesitamos.

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