La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) de Baja California está al servicio de la patronal de la Industria Maquiladora de Exportación (IME), pues a pesar de que los obreros de la maquiladora han denunciado a empresas que se niegan a cerrar, la dependencia no ha atendido sus quejas.
En las primeras semanas del Decreto de Emergencia por Fuerza Mayor para frenar el coronavirus, la Secretaría del Trabajo realizó recorridos en la Industria Maquiladora que se limitaban a inspecciones de seguridad e higiene, a otorgar certificaciones para evitar la suspensión de labores o a solicitar información que, por un lado, permitía a las empresas seguir laborando y burlar el Decreto durante varios días, sin verse obligadas a cierre o clausura. Esta situación empezó a cambiar por la iniciativa de los obreros.
Ejemplos en Tijuana
En la empresa Par Pro los trabajadores protestaron y los empresarios se afanaron a garantizar la producción, pronto despidieron a 13 de ellos; ahí la Secretaría se presentó después del abuso patronal y evitó actuar contra los despidos.
Otro caso, Harman: los patrones obligaron a los obreros a firmar papeles en blanco y redujeron su salario al 50 y 65%; la STPS tampoco intervino. Un tercero: Amigo Tec, sigue operaciones a pesar de cinco contagios en línea de producción, pese a quejas la STPS no actúa.
Un cuarto y último ejemplo: XB Fulfillment despidió a decenas de trabajadores, aprovechando su contratación vía outsourcing. Adivinen… la Secretaría respondió al caso un mes después, invitando a los patrones al cierre de actividades. ¿Y sobre los despidos? Nada.
Aunado a lo anterior, el gobernador no puede hablar lo suficiente para ocultar un asunto importante. Mientras los patrones de la gran industria de exportación despiden trabajadores, recortan salarios, ofrecen bonos para convencer a los obreros y sacarle la vuelta a la cuarentena o insisten en pagar el mínimo por medio de las cámaras empresariales, el Gobernador y el secretario del Trabajo han cerrado por más de un mes las Juntas de Conciliación. Y esto último claramente ayuda a los patrones.
La situación cambió notablemente cuando parte de los obreros iniciaron paros espontáneos para protegerse del contagio por covid-19. Ejemplos notables podemos encontrarlos en la insumisión obrera en Mexicali y Tijuana. En Tijuana destacó el caso de TCL Moka, donde los obreros no sólo ganaron la cuarentena con salario íntegro para cerca de tres centenas de trabajadores, sino que comprometieron al patrón a la solución favorable de diversas problemáticas en la planta.
Los patrones de la IME en BC tomaron nota y reforzaron medidas a su favor. Sin hacer intervenir a su sindicato de protección predilecto, México Moderno de la CROM, cada que hubo paro pareció verse beneficiada por la Secretaría del Trabajo para reducir los “daños”, los logros obreros. Así fue en Poly-Plamex o en Hyundai; pero sobre todo fue visible en Parker Hannifin: ahí los trabajadores estaban dispuestos a dos días de paro. La STPS llegó, habló y evitó que el cierre fuera hasta el 1 de junio.
En la semana del 18 al 24 de abril fue notorio un mayor respaldo de la STPS a la IME. Suficiente de paros, suficiente de suspensiones de labores. Entre el sábado y el martes 21 la STPS cerró apenas 6 empresas, cuando el promedio diario era de 54. Y al mismo tiempo que las autoridades de salud afirmaban habría propagación acelerada de covid-19 por Fase 3, el gobernador aceitaba su discurso a favor de las empresas, otorgaba permisos para reaperturas, instalaba una mesa con INDEX para favorecer reaperturas y daba muestras que le distinguen a la fecha: mantener abierta la industria maquiladora sin importar el pico de la pandemia en mayo.
Además, durante el 23 de abril, en Mabe (Ontex) evitó el cierre de la empresa pese a paro obrero, al reporte de cuatro fallecimientos por covid-19 y a la denuncia de cincuenta trabajadores contagiados. El Secretario del Trabajo informó que la situación permanecería igual hasta que IMSS confirmara los decesos, por lo que las actividades productivas continúan a la fecha.
Al 24 de abril Baja California era el octavo estado del país con más empresas no esenciales sin suspender labores. En esa fecha, la mayor parte de las suspensiones habían ocurrido en Ensenada: cinco veces más que en Tijuana y siete veces más que en Mexicali. Al 28 de abril había oficialmente 60 obreros hospitalizados por covid-19, Baja California alcanzó el segundo lugar en muertes y tercero por contagios de esta enfermedad; los contagios se concentraron en las personas con edad productiva: de 20 a 59 años.
La misma Secretaría del Trabajo reconoció el cierre de 141 plantas industriales, por lo que cerca de 750 del total de 914 registradas no suspendieron operaciones; alrededor de 250 mil trabajadores están forzados a laborar pese a la pandemia, pues solo obtuvieron cuarentena aproximadamente 75 mil obreros del total registrado en Baja California. 68% de la IME seguía tan campante, a lo que hay que sumar el 70% de las empresas que suspendieron y el gobierno autorizó reinicio de operaciones a partir de mayo 3.
Los números, varias veces modificados por la STPS, son altísimos en Ensenada, Baja California. Y ello es porque una constante fueron centenas de cierres. ¿Se trató de industrias de exportación? No. En su mayoría, considerando el Valle de San Quintín, fueron cierres arbitrarios que afectaron a trabajadores independientes: tiangueros, estilistas, etc. O bien a un amplio número de prostitutas; así como a pequeños propietarios con menos de 5 empleados. Estos sectores, de manera distinta, han sido agraviados como los obreros. Y entre ellos podría tejerse una alianza organizativa y política.
La simulación
La Secretaría del Trabajo sigue el rumbo marcado por el gobierno estatal y federal:
a) Nada de sanciones contra las empresas, solo exhortos o invitaciones.
b) Acomodar las cosas para ignorar la gravedad de la pandemia y conservar las operaciones de la IME, bajo el argumento de no afectar a EU y Canadá en sus cadenas de suministros o insumos.
c) Ceder el paso a la Secretaría de Economía y su discurso: “los obreros están más seguros en las empresas que en sus casas”.