Desmilitarización y fin del espionaje, promesas de campaña

Jun 8, 2020 | Política

Desmilitarización y fin del espionaje, promesas de campaña

Obrador mantiene la militarización hasta final de su gobierno

Entre las muchas propuestas de campaña del actual presidente, destacaba el rechazo a la militarización del país y “el regreso del ejército a sus cuarteles”. Decía en 2018 el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador que el ejército no se usaría para reprimir al pueblo.

Habiendo transcurrido el primer año de gobierno, el actual mandatario culminó lo que su antecesor puso sobre la mesa: No regresaron a sus cuarteles los militares, sino que, se legalizó su actuar en labores policiacas mediante un decreto publicado en el diario oficial de la federación.

Retórica y torcidos argumentos llegaron al ridículo de afirmar por ejemplo, que esto constituía el inicio de la desmilitarización del país… ¡hasta 2024!

Otra de las promesas realizadas en un pretendido cambio “democrático” anunciaba la desaparición del CISEN, Centro de Investigación sobre la Seguridad Nacional.

El presidente afirmaba que esto significaba que ya no se realizaría más el espionaje contra los opositores al gobierno, sino que sólo se realizarían actividades de inteligencia contra organizaciones criminales.

Al respecto hacía pública su “experiencia” hablando de que él había sido objeto de espionaje; un auto afuera de su casa, y espías que iban al cine a ver las mismas películas que él, y añadía que esto se acabaría.

Esto se puede creer sólo en parte por cuanto las nuevas tecnologías facilitaron en extremo dichas actividades, que ahora se realizan remotamente.

Sigue el espionaje

En un artículo publicado en el sitio de internet PODER el 30 de mayo y editado en la página de Aristegui Noticias, con el título “FakeAntenna, el espionaje que pasó de EPN a AMLO”, se señala que el actual gobierno de México heredó del gobierno anterior 19 contratos con la empresa L3Harris Technologies, Inc.

 Mediante esos contratos, la empresa proporciona la tecnología conocida como IMSI Catcher o stingrays; ésta consiste en la instalación de antenas falsas de telefonía y que se utilizan para intervenir las comunicaciones telefónicas, extraer información de mensajes y llamadas, el IMEI e IMSI; también se usa para realizar ataques a esos dispositivos con malware, hacer llamadas y enviar mensajes anónimos.

El gobierno actual realizó tres nuevos contratos en marzo, abril y mayo de 2019, según el artículo citado a través de la SEDENA y la SEMAR por un valor de 23,094,970 pesos.

Según la investigación realizada por la organización chilena South Lighthouse, existen 1,801 “antenas falsas”, es decir antenas de espionaje en México, de las cuales 21 están en operación “irregular” y tres consideradas como  antenas con alta posibilidad de ser antenas de espionaje. ¿A quién espía el gobierno de la 4T?

La mayoría de las antenas “irregulares” se encuentran en zonas donde se encuentran oficinas de gobierno, cuarteles militares, ocurren manifestaciones y hay grupos de periodistas y defensores de derechos humanos. Una gran parte de estas antenas se encuentran ubicadas en la zona centro de la Ciudad de México.

Sería una ingenuidad pensar que en realidad el gobierno actual iba a renunciar a realizar dichas actividades, ya que no representa en realidad un cambio de base, sino la continuidad en la que son los monopolios, los verdaderos representados en la 4T.

La desmilitarización y el fin del espionaje fueron algunos de los engaños de la cuarta transformación de México, promesas de campaña al fin.

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